septiembre 08, 2007

...and who hears when animals cry?

-Sé adónde quieres llegar -comentó tras una breve pausa-. Crees que demostrar la mayor cantidad posible de rasgos humanos en los animales no puede ser el camino para darles un trato más humano.
-Es arrogante -contestó Delaware con vehemencia.
-Estoy de acuerdo, no resuelve ningún problema. Pero a la mayoría de la gente les gusta pensar que la vida es tanto más digna de protección cuanto más se asemeja a la humana. Es mucho más fácil matar a un animal que a un ser humano, pero se vuelve más difícil si consideramos al animal como un pariente cercano. La mayoría de los humanos ya están dispuestos a aceptar que tal vez no seamos los dueños de la creación y que en la escala de valores de la vida no estamos delante de todos los demás, sino al lado. Eso conduce a un dilema: ¿cómo podría sentir el mismo respeto por un animal o una planta que por un ser humano, si al mismo tiempo valoro más la vida humana que la de una hormiga, un delfín o un mono?


Schätzing, Frank. (2006). El Quinto Día. España: Planeta Internacional. pp. 103

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