Desestimo mi confianza en tus ojos,
mentiras en párpados taciturnos.
Detesto tu frío y mutis nocturnos,
la quietud de tus puños desdeñosos.
Finges sentir gozo y ser vaporoso,
sonrisa tiesa por sueños diuturnos.
¡Reaviva piadosamente aun en turnos!
Ruego oculto por velos misteriosos.
Vida continua sin alteración;
prófugo tú, esfumados propósitos.
Sobran pretextos, falta conclusión.
Empero mis lágrimas son parásitos,
pues vida es sólo sin perturbación:
duelo pulido de pasos inhóspitos.
En honor a mi abuelo.
febrero 23, 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)